Un proyecto es un proceso complejo en el que intervienen diferentes variables, para nosotros este es un proceso del que se debe disfrutar y en el que acompañamos y ayudamos a nuestros clientes, siendo nuestro primer objetivo cumplir siempre con sus necesidades y expectativas.
Con mucha ilusión compartimos esta primera imagen de un proyecto muy especial que empezamos en Jávea. Esta foto, tomada en un día claro y luminoso, representa el punto de partida de un sueño que empieza a tomar forma: crear un lugar para vivir conectado con la naturaleza y con el espíritu del Mediterráneo.
Muy cerca del mar, entre la brisa salada y el aroma de la vegetación autóctona, vamos a construir unas viviendas adosadas y un bloque de apartamentos con un marcado carácter natural. Un proyecto pensado para integrarse con el entorno, utilizando materiales que dialogan con la tierra, con vistas privilegiadas al Montgó y rodeado de calma.
Esta imagen es solo el comienzo. Estamos dando vida a un espacio que respira paisaje, luz y esencia mediterránea.
Esta imagen pertenece a un proyecto en ejecución muy especial: la transformación de una antigua fábrica de bolsos en Alicante.
Desde el inicio, tuvimos claro que no queríamos borrar el pasado, sino construir desde él. Por eso hemos conservado la piel interior del edificio, sus muros con cicatrices, su textura viva, su luz filtrada. Cada rincón habla de lo que aquí ocurrió, de las manos que trabajaron, del tiempo que dejó su huella.
En contraste, la nueva intervención se presenta con un lenguaje industrial y contemporáneo, claro y honesto. Una estructura metálica que no pretende mimetizarse, sino convivir —dialogar con lo existente sin competir con su historia.
Este proyecto es un ejercicio de equilibrio entre lo que fue y lo que está por venir. Un espacio que no olvida su origen, pero que se proyecta hacia nuevos usos con carácter y coherencia.
Hace once años diseñamos esta celosía para una casa muy especial: la nuestra. No buscábamos solo una solución técnica, sino una piel que filtrara la luz como lo hacen los pinos de Las Rotas —ese juego sutil de sombras móviles, esa penumbra viva que cambia con las horas y las estaciones. Queríamos que la arquitectura respirara con el sol del Mediterráneo, que la casa mirara sin mostrarse, y que lo hiciera con un lenguaje propio.
La celosía fue fabricada por Cerámica a mano alzada, que entendió desde el primer momento la delicadeza del diseño y la fuerza del material. Desde entonces, este elemento ha acompañado muchos otros proyectos, ha sido patentado, reinterpretado, y sigue hablándonos de aquel primer gesto: dejar pasar la luz, pero también la memoria de un lugar.
Hoy forma parte de nuestra identidad.