A partir del concepto de velocidad se desarrolla esta vivienda para un amante de los coches ubicada en una urbanización única en Moraira. Una pieza que parte del concepto de la espiral como elemento en continuo movimiento que genera un espacio dinámico y continuo.
La velocidad como elemento que define la espiral, una vivienda en movimiento con una circulación continua que traza los itinerarios de la vivienda sugiriendo la manera recorrer y de habitar la vivienda.
La vivienda se encuentra en una parcela plana rodeada de árboles con vistas al mar desde la planta superior. Esta parcela nos permite modificar su topografía e introducir la espiral emergiendo de la tierra y envolviendo la vivienda.
Se crea la espiral como una pieza dinámica, un torbellino que traza los itinerarios de la vivienda sugiriendo la manera recorrer y de habitar la vivienda. La misma pieza genera los espacios interiores y exteriores, y forma la estructura de la vivienda. Se crean unas terrazas ajardinadas exteriores que crean nuevos espacios vegetales en la planta superior.
La espiral se construye con hormigón tanto exterior como interiormente remarcando así su carácter escultórico. Las fachadas longitudinales están totalmente abiertas desvaneciéndose los límites entre el interior y el exterior. En la fachada Sur se protegen del sol y de las vitas de los vecinos a través de unas lamas móviles de madera evitando las vistas de vecinos y generando un espacio más íntimo en estas zonas.
