En este proyecto se nos encargó diseñar una vivienda unifamiliar que dialogara con su entorno inmediato desde una posición honesta y contemporánea. Situada en una parcela de límites marcados pero abierta visualmente al horizonte.
Una vivienda que se defiende sin aislarse, que se protege sin dejar de mirar, y que transforma sus límites en paisajes habitables.
01_Paisaje
El emplazamiento de la vivienda ofrecía una condición contradictoria: al estar insertada en una urbanización, con edificaciones cercanas, pero al mismo tiempo contar con visuales abiertas hacia un paisaje más lejano y tranquilo.
Frente a esta tensión, la estrategia fue construir un mundo interior que protegiera a los habitantes sin desconectarlos del entorno. El punto de partida fue el diseño de un patio de acceso, un vacío central y contenido sobre el que la casa se repliega, generando una atmósfera doméstica de bienvenida, recogimiento y transición. Este espacio intermedio actúa como filtro entre la calle y la vivienda, pero también como una extensión del paisaje natural dentro de los límites de la parcela
02_Objeto
La vivienda se formaliza como un volumen compacto que se abre selectivamente hacia las vistas lejanas y se cierra hacia los límites construidos. Esta decisión genera un objeto que se pliega sobre sí mismo, protegiéndose del entorno inmediato a través del gesto arquitectónico. El patio de acceso es clave en esta configuración: más que un espacio de paso, es un núcleo emocional y compositivo que organiza las circulaciones y permite que la vivienda respire hacia dentro, sin exponerse a las miradas ajenas. Constructivamente, el objeto combina una estructura metálica vista —precisa y ligera— con elementos de hormigón que le otorgan masa, estabilidad y carácter. El resultado es una arquitectura sobria, donde cada gesto responde a una necesidad espacial o climática.
03_Piel
La envolvente se concibe como una capa protectora que reacciona al entorno con sensibilidad. Sobre la estructura metálica y los planos de hormigón, se despliega una piel compuesta por lamas de madera móviles, que actúan como control solar, tamiz visual y sistema de ventilación pasiva. Esta piel se vuelve especialmente significativa en las zonas que dan al patio de acceso, donde filtra la luz y aporta intimidad sin perder la conexión visual con el exterior. La madera aporta calidez y textura a una composición dominada por materiales industriales, generando contrastes táctiles y lumínicos que enriquecen la experiencia espacial.